En 1949, Manuel Díez González, con el gran apoyo de mujer María García, arrienda un local en plaza de San Martín llamado "Racimo de Oro", en los bajos de la Casa de las Carrecerías. En él, formaron escuela los hijos de mi abuelo a los que quiero nombrar:
El hijo mayor Mariano al que no pudimos conocer.
Su segundo hijo, mi padre, Manolo "el Porreto" quién fue el que se quedara con el este local para continuar su carrera y la de sus hijos.
El tercero de sus hijos, Juanjo "el Pollero", que en su trayectoria estuvo al frente de una granja familiar "granja Santa Ana", siendo por palabras expertas, el mejor sexador que se conocía (sexador: quien adivina el sexo de los pollos), algo casi imposible que el hacia a la perfección sólo con mirar a lo pollos. Tuvo el "bar León", con la ayuda de mi tía Anita, en la calle Ancha hasta su fallecimiento.
El cuarto de sus hijos, Luis, después de estar unos años con los hermanos, tuvo el Bar Restaurante "San Martín", en la plaza de San Martín en el que con su mujer Angelita y sus hijos estuvo hasta 2011, famoso por su característica forma de dar de comer hasta casi reventar y rematar con su típico "pijama", todo con gran calidad y un trato familiar.
Después de que cada uno realizara sus sueños en diversos locales, mi padre fue creando y consolidando, con la gran ayuda de mi madre, Raquel San José Fernández, y mis hermanos, Manolo, Mariano y Carlos, el "Racimo de Oro".
Fueron muchos años de vermú, partida, copa, puro y al fútbol, y por la tarde otra vez el vino, raciones y otra vez café, copa y partida. Hasta que en 1982 la unidad familiar nos embarcamos en la tarea de convertir un local de Caño Badillo, un antiguo Hospital de Peregrinos con patio cervantino del sigo XII, en el primer Mesón-Restaurante Leonés del Racimo de Oro. Fueron años preciosos donde ampliaron nuestra familias, entonces fue el momento de ampliar, cogiendo en la plaza de San Martín una casa del siglo XVII (antigua Bodega Regia), ahí es donde nos quedamos la tercera generación, Carlos, Raquel y Oscar, que vamos a intentar hacer lo que tanto nos gusta, dando un trato y calidad a todo aquel que entre en nuestra casa.
Óscar Díez